jueves, 29 de noviembre de 2007

Días de lluvia

Hola Coco:

Tú no vas a poder venir pero yo ya tengo compañía para el fin de semana: la lluvia.

Nada más saber que te atraparon de nuevo los vértigos y que por eso no vienes, la lluvia, digo, hizo acto de presencia.

Llueve aquí como en el Sur de ahí. Unos goterones grandísimos que enseguida hacen charcos y que acaban pronto pero que son insistentes, ¿sabes? Así se ha pasado toda la tarde de ayer y el día de hoy, lloviendo a ratos.

En uno de esos ratos que escampó, entre las seis y las siete, salí a pasear la playa. Me acordé de un post tuyo en el que decías que un día fuiste a caminar a la playa con pantalón-chubasquero y que volviste a casa cuando el agua de los zapatos hacía chop-chop. Me dieron ganas de tener un pantalón de esos...¡y unas botas de agua! Así me habría metido hoy en todos los charcos.

La playa estaba preciosa. Limpísima, claro, por tanta lluvia. Los zarapitos -esos pajarillos tan simpáticos que corren tras las olas- buscaban comida hoy en los charcos de agua dulce que había dejado la lluvia.

Me ha impresionado la cantidad de marrones y canelos que son posibles. La dragona -ya sabes a lo que me refiero- mostró esta mañana cuando llegué muy temprano al cole, colores nuevos de tierra mojada. Cada día me gusta más esta isla...¡encierra tantas sorpresas!

Bueno, que no quiero cansarte mucho ni tenerte mucho tiempo delante de la pantalla... Muchos besos y mis mejores energías para que te recuperes pronto.

Un abrazo.

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